Digo pseudo intelectual porque entre mis amigos de la facultad (no me gusta el término "compañero" tiene una carga un tanto negativa en la historia política de mi país, "camarada" otro tanto -no hay que olvidar que la izquierda argentina apoyó el golpe militar del '55-, ni hablar de correligionarios. Por ende termino recurriendo a amigos, que si bien también tiene una carga un tanto trágica, lo es en el plano universal y no el particular argento) no conozco a nadie verdaderamente intelectual (al menos personalmente). Intelectuales eran los de antes. Entre mis amigos de la facultad (dicho sea de paso, curso la carrera de Letras Modernas en la UNC) no hay nadie, absolutamente nadie, que haya comenzado a leer antes de los catorce años. Una verdadera atrocidad. Intelectuales eran los de antes, antes se leía un libro de trescientas páginas a los nueve o diez años. Nada de eso ocurre ahora ¡qué calamidad!. Los niños de esa edad miran dibujitos animados, películas, en síntesis televisión.
Probablemente ocurra que hoy en día la intelectualidad pase también por ese lado. Probablemente ocurra que hoy en día la cultura esté constituida también por otras cosas, no sólo por libros. En ese caso, "el universo (que otros llaman la biblioteca)" ya no estaría repleta de "volúmenes con inscripciones pictográficas", sino que sería una audio-biblio-video-teca. Un segundo, ¿no es eso la internet? ¡Entonces, el dominio de la intelectualidad empiza a jugarse entanto y en cuanto aquellos que navegan por la net!
Nueva regla para la apropiación del canon: "Si usted desea ser un verdadero intelectual navegue por la red, tanto como pueda"
¡Qué bueno, ya casi puedo decir que soy canónico!
¡Hace largos años que no vivo sin internet!