domingo, 30 de septiembre de 2007

¿Por qué se preocupa?


Y a mí me dijeron que me quede en casa, que les haga caso. Y a mí me dijeron que era mejor andar de noche por el campo, que los caballos de día son peligrosos, que el perro está como loco.
Yo no los entiendo a ellos, yo siempre hice lo que quise con los animales, yo siempre jugué con ellos y no me pasó nada.
Yo no sé por qué es que el Daniel no viene a comer, no sé por qué la Clara está tan enojada. Yo ya no entiendo lo estos dos quieren. Yo estaba tranquilo, yo jugaba con los animales, yo no me hacía problema.
Yo creo que el Daniel está preocupado porque tiene miedo de que el viejo se aparezca uno de estos días. Yo ya le dije al Daniel que el viejo no va a venir más. Yo le dije al Daniel que no tiene que preocuparse, que deje de andar así como un nene, de acá para allá. El Daniel tiene que darse cuenta de que si el viejo empezó a faltar al trabajo... ¡el viejo nunca faltaba al trabajo! Y también le dije yo al Daniel que si el viejo dejó de dormir...
No sé por qué se preocupa el Daniel, todos sabemos que el viejo no va a venir. Yo me di cuenta hace rato, cuando ya no roncaba el viejo. Si el viejo no ronca es por algo, si el viejo no trabaja... Si el viejo no trabaja es porque está lejos, se murió o se fue para siempre. Tiene que darse cuenta el Daniel de que el viejo ya no va a volver.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Clara:
Necesito un descanso, tengo que irme. Es una urgencia, cuidate.
Daniel

¡¿Éste se volvió loco o le picó un mosquito karateca?! ¡Con todo este quilombo y se toma el palo así porque sí! Noooo, yo no puedo quedarme sola con Agustín. Es un niño todavía, tiene nada más que catorce años ¿Y si pasa algo? No se puede así.
Encima con todos estos líos, con todos estos ruidos. Noooo, esto no puede estar pasando. Encima la esquela está fechada dos días atrás. Noooo, él no es nadie para tratar de que yo banque todo esto sola. Encima con todo este panorama, el campo parece estar enloqueciendo, los animales chillan como locos, no llueve ni a palos, el sol casi ni alumbra, nubes... las nubes dejaron de aparecer como hace seis o siete años.
Acá tiene que haber algún problema. El viejo choto este no nos deja tranquilos ni muerto. Acá tiene que haber algún problema.
¿Cuando será que va a volver el pelotudo de Daniel? Voy a colapsar. No puedo yo sola con todo esto. Hay manos dando vueltas. Yo también quiero un descansito. En cualquier momento me lo llevo al Agus también.

sábado, 15 de septiembre de 2007

Una semana de descanso


Los días que siguieron al entierro fueron similares a lo que llaman purgatorio. Nos sentíamos extranjeros, la casa se reflejaba como eso que alguna vez quisimos quemar.

El perro volvió a ladrar, no me dejó dormir tres noches seguidas. A pesar del temor que sentía, decidí irme por una semana.
A la vuelta Clara me relató la historia de los tontos. La verdad es que creí que me estaba tomando el pelo ¿Vos te creés que esto es un chiste? ¿Vos pensaste que las cosas son como andan diciendo por ahí?
Teníamos muy en claro lo que había sucedido hasta que (el miércoles a las dieciocho treinta y tres) llegó un sobre con fotos. Yo estaba presente, Clara salió en todas, Agustín -como era su costumbre- hacía las tomas. ¡Están trucadas, yo no me acuerdo de esto! Ellos estaban mudos, Agustín me dijo que él había comprado una cámara igual.
Hoy todavía sigo sin comprender, Clara se empecina en que son artimañas, que hay alguna mano oscura que nos quiere hundir. Yo sigo sosteniendo que todo fue hace cinco o seis años, aunque empiezo a dudar.

sábado, 8 de septiembre de 2007

Descripción de una duda (tardes de campo)


Dicen que se fue desvaneciendo gradualmente. Para nosotros se había ido hace mucho. Según cuentan, él seguía en casa. Yo no lo vi en ese último año, al menos no sentí su presencia.
Calculo que fue hace más de un año, se me ocurre que fueron seis o siete. Cuando me contaron que no estaba, cuando tuve que asistir a su velorio, lo observé como diciendo ¿hace mucho que esperabas? No entendí -y creo que sigo sin entender- esa tarde. Me pareció que le debía algo. Tuve un asalto de culpa por un instante, después me di cuenta de que era al pedo, que la culpa carecía de valor.
De cualquier manera, nosotros ya no lo veíamos. Era algo así como un fantasma que nos cruzaba por el frente sin sentirse. El perro ni siquiera ladraba. Se había convertido en Nada, era imperceptible.
Una tarde dejé de escucharlo. Una siesta no me molestaba. Una noche ya no lo vi más. Para mí que se fue, para mí que tratan de hacernos creer que fue nuestra culpa, para mí que se fue hace seis o siete años.
Agustín dice que faltó por unos días al trabajo, después no se sentó a la mesa y, por último, dejó de dormir. Dice que esa fue la causa de su desaparición. Yo creo que se mató o se fue. Clara piensa (aunque no lo diga en público) que siempre fue un tonto, porque a los tontos no se los escucha, porque a los tontos no se los ve, porque a los tontos no le ladran los perros. Yo creo que se mató o se fue. Estoy seguro de que pasó hace seis o siete años.

jueves, 6 de septiembre de 2007

De desrelativizaciones y compromencionados

Coma usted.
No, gracias, es demasiado tarde. Mientras seguimos con estas discusiones el tiempo se va por ahí, volando, no nos espera; no me puedo dar ese lujo. Además, es justo el momento en el que se debe elegir y no es preciso elegir con la panza llena.
Este es el caso que quiero relatarle, este es el caso en el cual deseo detenerme ¿comprende? Hay en estos días muchos apuros, muchas correteadas que no dan lugar a la comida; con un café o un mate basta y sobra. Piense usted en todos las relaciones que se deben establecer, piense usted en todos los controles que se deben eludir ¡piénselo usted!
Claro está que no debemos dejar de lado lo elemental, lo esencial. Claro está que Ayer se fue antes de que nos diéramos cuenta. Claro está que por Mañana estamos parados. ¡Claro está!
Reflexionemos por un instante.
Ya logramos arrancar. Es Mañana o Nunca. Mañana. Mañana. Mañana.
Logrado va a estar y Logrado va a ser tenido en cuenta. Mañana no se va a pasar tan rápido. Por El Momento, es preferible pasar hambrunas. El fin justifica los medios. Los principios sólo sirven para comenzar. Ya está todo comenzado. Es inútil fundarse en los principios. Vamos por los fines, para eso utilicemos los medios.

lunes, 3 de septiembre de 2007

El otro


El otro, ese ser molesto. Ese otro que trata de invadir. Ese otro acechante, ese otro sigiloso. Ese otro, ese otro que está ahí, pendiente de nuestros errores, ese otro que desea nuestra perdición. Ese otro, ese otro que trata, no importa qué, de invadir un espacio que no le corresponde. Ese otro que nos va a pisotear, ese otro que nos aplastará, ese otro que nos devorará.
Hay que posicionarse frente al otro. Hay que tener cuidado con el otro. El otro es peligroso, el otro puede atacar, en cualquier momento. Ataquemos nosotros, no vaya a ser que el otro se levante y nos encuentre ahí, listos para convertirnos en vítimas, para esclavizarnos, para aplacarnos, para, someternos, para sojuzgarnos. Hay que tener mucho cuidado con el otro.
El otro, el otro es una construcción que se hace a partir del nosotros, el "nosotros fraguado en el ellos" dijo el profesor Salgado; no es lo mismo, pero de todas formas, ese ellos, ese otro... Ese otro nos va a devorar, ese otro nos va a... Ese otro, ese otro que nosotros construimos como otro, ese otro que no es nosotros. Cuidado, ese otro nos va a devorar, ese otro, ese ser molesto. Cuidado, el otro es diferente, el otro se rige por reglas de otro, por reglas profanas. No sólo sus reglas son profanas, ese otro trata de profanar al nosotros, ¡trata de profanar lo sagrado! Trata de devorarnos. HAY QUE TENER MUCHO CUIDADO CON EL OTRO.

Rellenos y rellanos

Empezar por completar, seguir comprimiendo, acabar rellenando. Así es como se dan estas cosas, pareciera que cada vez que uno lo hace termina en lo mesmo. Cada vez que se completa, cada vez que se comprime, cada vez, se acaba rellenando.
Uno siente esa "cosita", esa insatisfacción. Uno termina comprendiendo que no vale la pena, que es mejor optar por el silencio. Se lo replantea, ¿lo dejo así? ¿lo cambio? ¿estoy rellenando? Vuelve a sentir esa "cosita" ahí. ¡Qué pesado! Vuelve al replanteo. ¡Otra vez con lo mesmo! Bueno, mejor callarse, mejor irse "pa'l otro lao", mejor silenciarse.
Pero siempre acaba rellenando.

domingo, 2 de septiembre de 2007

Rechazos y conflictos internos

Comprendo perfectamente a lo que usted se refiere. El problema radica en que no concuerdo y, usted bien lo sabe, si no hay mutuo acuerdo no puede establecerse nada, sobretodo así.
Me dirá usted que mi postura es cerrada, que lo estoy traicionando, que "dónde ha quedado aquél", "ése que era yo antes". Bueno, "ése que era yo antes" como usted dice; ese tipo, es el mismo que ahora, sólo que no considera posible su propuesta, sólo que no la considera digna de realización. Nada más que éso. Créame, es en casos como el que nos toca vivir hoy en los que hay que ponerse firme y proceder de una manera y no de otra. En casos como el que nos toca vivir hoy, en estos casos es cuando prefiero plantarme frente a usted y decirle: muchas gracias, pero usted está equivocado y, con eso no llegaremos a ningún lado.
¿Es mi postura un tanto extrema? Puede ser, aunque no creo que sea para tanto. Fíjese en actuaciones anteriores, en acciones anteriores. Encuentre usted la continuidad entre ellas y se dará cuenta de lo que hoy le digo. Es más, me arriesgo a decir que terminará usted aceptando esta posición.

sábado, 1 de septiembre de 2007

Números inconclusos

Es contar, es mentir, es creerse Dios por un segundo. Es crear, es engañar, es creerse Dios por un segundo. Es controlar, es domar, es creerse Dios por un segundo. Es organizar, es planear, es creerse Dios por un segundo.
Es como amar, es manipular, es creerse Dios por dos segundos. Es invernar, es aislar, es creerse Dios por tres segundos. Es callar, es omitir, es cumplir, es creerse Dios por cuatro segundos.
Es enseñar, es contaminar, es creerse Dios por un minuto. Es transmisión, es casi comprensión, es negación, es creerse Dios por un minuto. Es engañar, es disfrutar de engañar, es traicionar, es objetar, es matar, no es matar, es asesinar, es creerse Dios. Es sólo un segundo. Es nada más que tres segundos. Es casi un minuto. Es...