lunes, 3 de septiembre de 2007

El otro


El otro, ese ser molesto. Ese otro que trata de invadir. Ese otro acechante, ese otro sigiloso. Ese otro, ese otro que está ahí, pendiente de nuestros errores, ese otro que desea nuestra perdición. Ese otro, ese otro que trata, no importa qué, de invadir un espacio que no le corresponde. Ese otro que nos va a pisotear, ese otro que nos aplastará, ese otro que nos devorará.
Hay que posicionarse frente al otro. Hay que tener cuidado con el otro. El otro es peligroso, el otro puede atacar, en cualquier momento. Ataquemos nosotros, no vaya a ser que el otro se levante y nos encuentre ahí, listos para convertirnos en vítimas, para esclavizarnos, para aplacarnos, para, someternos, para sojuzgarnos. Hay que tener mucho cuidado con el otro.
El otro, el otro es una construcción que se hace a partir del nosotros, el "nosotros fraguado en el ellos" dijo el profesor Salgado; no es lo mismo, pero de todas formas, ese ellos, ese otro... Ese otro nos va a devorar, ese otro nos va a... Ese otro, ese otro que nosotros construimos como otro, ese otro que no es nosotros. Cuidado, ese otro nos va a devorar, ese otro, ese ser molesto. Cuidado, el otro es diferente, el otro se rige por reglas de otro, por reglas profanas. No sólo sus reglas son profanas, ese otro trata de profanar al nosotros, ¡trata de profanar lo sagrado! Trata de devorarnos. HAY QUE TENER MUCHO CUIDADO CON EL OTRO.

No hay comentarios: