sábado, 8 de septiembre de 2007

Descripción de una duda (tardes de campo)


Dicen que se fue desvaneciendo gradualmente. Para nosotros se había ido hace mucho. Según cuentan, él seguía en casa. Yo no lo vi en ese último año, al menos no sentí su presencia.
Calculo que fue hace más de un año, se me ocurre que fueron seis o siete. Cuando me contaron que no estaba, cuando tuve que asistir a su velorio, lo observé como diciendo ¿hace mucho que esperabas? No entendí -y creo que sigo sin entender- esa tarde. Me pareció que le debía algo. Tuve un asalto de culpa por un instante, después me di cuenta de que era al pedo, que la culpa carecía de valor.
De cualquier manera, nosotros ya no lo veíamos. Era algo así como un fantasma que nos cruzaba por el frente sin sentirse. El perro ni siquiera ladraba. Se había convertido en Nada, era imperceptible.
Una tarde dejé de escucharlo. Una siesta no me molestaba. Una noche ya no lo vi más. Para mí que se fue, para mí que tratan de hacernos creer que fue nuestra culpa, para mí que se fue hace seis o siete años.
Agustín dice que faltó por unos días al trabajo, después no se sentó a la mesa y, por último, dejó de dormir. Dice que esa fue la causa de su desaparición. Yo creo que se mató o se fue. Clara piensa (aunque no lo diga en público) que siempre fue un tonto, porque a los tontos no se los escucha, porque a los tontos no se los ve, porque a los tontos no le ladran los perros. Yo creo que se mató o se fue. Estoy seguro de que pasó hace seis o siete años.

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