lunes, 5 de noviembre de 2007

TRAMONTINA


Roberto (quién hace algún tiempo era Robertito) estaba solito y encabronadito. No sabía qué hacer, no sabía qué decir, lo único que pudo recordar fue una siesta de junio del '89.
Esa mañana, recordando, decidió actuar. Sacó del cajón un cuchillo "tramontina", lo miró, mejor dicho, se miró usándolo. De repente, sin darse cuenta, se encontró caminando hacia la Tucumán al setecientos sesenta y... Se podría decir que no lo dudó, se podría decir que, en realidad ni siquiera lo pensó, se podrían decri tantas cosas... Lo que sí es seguro es que tomó decisión en un santiamén, es decir, no había vuelta atrás.

Aquella mujer (la de tamaño XL) jamás imagino que el 9 de junio del '99, todo iba a cambiar. ¡Y vaya que iba a cambiar! Pasaría de ser la gorda bruja de la Tucumán, a ser la pobre señorita que apareció en la portada los diarios y en los titulares de sus canales favoritos.

Todo fue tan fugaz, no llegaba a entender. De pronto estaba ahí, sin saber pa' donde disparar, para donde rajar, y así tratar de zafar. Pero zafar, ¿W-H-Y? No fue él el responsable del ultraje sucedido exactamente diez años atrás. Estaba tenso, no podía pensar, lo único que quedaba era escapar. Entonces lo hizo, rajó, rajó como lo hacía con sus compinches del barrio cuando eran chicos, cuando por accidente le ensartaban un cascotazo a la bici del viejo Páez, o como cuando rompían algún vidrio jugando a la pelota.

Después de unos minutos (ya en casa sentado) sintió paz, o como se dice hoy relax. Pero, ¿cómo sentir relax si la federal está junto con las cámaras de TV. en el portón de tu casa? ¿cómo sentir relax si la chismosa del frente lo vio todo? ¿Cómo sentir relax si ¡ya no vai a podé rajá!?
Bueno, tuvo que pasar y pasó. Pasó que no había más que llamar al abogado y pedir que se presente en tribunales; ya que como pasa en las películas de policías y ladrones, le dijeron: "Tiene derecho a permanecer en bla, bla, bla.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Juan Carlos, veo algo de Güiraldes y Arlt en tus textos. Al menos, esto es lo que a mí me parece. Un saludo.