lunes, 15 de octubre de 2007

Dulces dieciseis


Suele preguntárselo bastante seguido, pareciera que no está segura de haberlo dicho, pareciera que ni si quiera sabe si lo pensó o lo escribió. Ayer andaba diciendo que se pasó del plano de la pura enunciación al plano de la acción, dejando de lado a la razón.
No sabe bien qué ni cómo fue. Ahora está dedicando todo su tiempo a encontrarle la respuesta. Cree que está loca o algo así. Lo duda, lo duda por aquello de que (parafraseando a don Oliverio) sólo creé en lo que creé que no creé y creé que no creé en lo que creé.
Para ser menos específica, prefiere irse para los sueños, el inconsciente, lo místico. No se da cuenta todavía de que todo eso son viles patrañas. No se da cuenta de que todo eso es de mentiritas, que no le conviene andar por ahí. Pero ella es un poco testaruda entonces sigue que te sigue con eso.
Ya se verá.
Cuando eso pase... Cuando eso pase va a andar dando vueltas por todos los lugares que anduvo dando vueltas sin parar antes. Para pedir disculpas nada más. Vamos a ver que pasa. Ella todavía está convencida de que quiere cersiorarse. Creé que es mejor así. Bah, en realidad no está tan segura, pero prefiere seguir el asunto.
Va a pasar lo de siempre.
Va a parar cuando se de cuenta de que es irreversible. Va a parar cuando se encuentre a sí misma en la bancarrota moral, sentimental y amistosa.
Pero bueno, es chica todavía.

2 comentarios:

Boina Descalza dijo...

que curioso es lidiar con esos temas...y ver como son parte de una etapa..que se termina, que se extiende..en fin, cada cosa a su tiempo atemporal...jaja

un beso

Anónimo dijo...

Darse cuenta de las cosas es aprender. Saludos.