Etcétera, etcétera, etcétera...

Ahora te van a venir joder, ahora te van a venir a pedir, ahora te van a venir incluso a prometer. Ahora te salen con que todo está en orden, ahora te salen con que lo que tanto esperabas está listo, ahora te salen con que ya no hay que esperar más.
Nosotros lo tenemos tuito listo, pipí cucú papá. Todo por vos, todo por que somos generosos, todos porque te lo merecés. Todo, principalmente, porque ¡nosotros pensamos en vos antes que nada! Ya está, no esperés más, está en tus manos. ¿Eh? Nooo, no tiene nada que ver la fecha. Lo que pasa es que venía medio retrasado el asunto. Viste como es esto de los trámites, hacen que lo más simple tarde por lo menos seis meses, tu caso se prolongó unos tres años, pero bueno. Agradecé que me fijé, agradecé que estaba yo, porque si no... si estaban esos otros... ufff, ahí sí que tendrías que haberte quedado sentado, esperando la carroza -como quien dice-.
Esos tipos son jodidos ¡no te vayas a mandar nunca con ellos! Son un desastre. Hace como un año mi vecino (yo siempre se lo advertí, pero él no me escuchaba) mandó a pedir dos pavadas y ¡vos vieras! no sólo todavía no le han completado el asunto, sino que también le cobraron un fango de guita por el trámite. Con nosotros eso no va a pasar ¡No señor! Con nosotros las cosas van a ser como deben ser. Se va a respetar a todos por igual. ¡Qué más queremos que tu propio bien! ¡Tu comodidad es nuestra comodidad! Disfrutamos sabiendo que estás bien, que no te falta nada, que cada día que pasa te sentís más orgulloso de habernos elegido, que cuando te levantás ves que acá y allá cumplimos, que no te charlamos, que etc, etc, etc.